Cada vez que alguien te agravie,
siempre será tu elección,
entrar con él en el barro…
¡o elevar tu vibración…!

Si te ¨tiran la pelota¨
con un gesto hostil y amargo…
¡simplemente echate a un lado
y hacé que pase de largo…!

¡No devuelvas el envío…!
¡Sólo dejalo pasar…!
¡Porque ese nunca fue el juego
que te ha gustado jugar…!

Y si el teléfono suena…
¡dejalo sin atender…!
¿Adónde está acaso escrito
que tenés que responder…?

¡Elevate limpiamente
sobre cualquier agresión,
y dejá que la respuesta
provenga del corazón…!

Él sabe como tratar
a los ¨pequeños tiranos¨:
en una mano, paciencia…
¡y perdón en la otra mano…!

Desde ese espacio divino
en el que nada te afecta,
tu reacción cálida y sabia…
¡siempre será la correcta…!

Y cuando ya no te inquieten
ni el agravio…ni el halago…
¡habrás tomado las riendas
de tu destino de mago…!