Hay en la Tierra una Nueva Energía
que vino a impulsarte a dar el gran salto,
porque es necesario que día tras día
tú vibres, mi amigo, cada vez más alto.

Y hoy, que a tu ego lo hiciste a un costado
y nuevamente tomaste el timón,
has asumido que el tiempo ha llegado
de ser tú quien mandas en tu embarcación.

Antes te costaba que él se corriera
porque era muy fuerte en su oscuridad,
pero ahora sucede que por vez primera,
lo vence la fuerza de tu integridad.

Hoy la mezquindad ya está en retirada,
ya no tiene chance ante Lo Superior,
y tú no usaste ni flechas ni espada:
solo asumiste tu Luz interior.

No hay ya en ti sitio para lo penoso,
ni lo pequeño ni lo baladí,
hoy eres grande y eres poderoso
porque elegiste creer en ti.

Es increíble como cambia todo
cuando tú cambias tu auto percepción:
la Vida entera se ve de otro modo
desde el andamio de tu Alta Visión.

Y es que no existe poder más inmenso
que el de aquél hombre o aquella mujer,
que haciendo a un lado lo oscuro y lo denso,
ha decidido en sí mismo creer.

Cuando tú asumes tu magnificencia,
te vuelves Maestro de la Dualidad,
porque tu Luz hace la diferencia,
y enciende estrellas en tu realidad.

Sí,
tú eres al fin
el paladín
que tantas veces
anhelaste ser.

Y hoy,
puedes decir
con todo tu ser:
“¡lo he conseguido:
me he permitido
resplandecer!”