Alma vieja…, compañero
de un eterno devenir…
¡cuántas veces has llegado
para volver a partir…!
¡Ah…! ¡Si al menos recordaras
-en el brillo de un instante-,
que sos tan atemporal
como el sol…, como el diamante…!
¡Si pudieras recobrar
tan solo una partecita
de lo aprendido en los giros
de tu propia calesita…!
¡Si te dieras el permiso
para ir a tu guardarropa,
a ver los trajes que usaste
en cada cambio de ropa…!
¡Si accedieras a la impronta
de tu arcón espiritual,
donde guardás lo aprendido
sobre este escenario dual…!
¡Si extrajeras de ese cofre
todo tu antiguo saber…,
gemas del conocimiento
de ese recóndito ayer…!
¡Si a aquellos mejores trazos
de tu Registro Ancestral,
los potenciaras ahora,
en ésta, tu vida actual…!
¡Si encontraras el sentido
que va enhebrando, al pasar,
una a una, vida a vida,
las perlas de tu collar…!
¡Y al calor de esa certeza
tu corazón comprendiera,
que siempre, tras el invierno,
retorna la primavera…!,
…entonces… ¡no te haría mella
la fatiga de vivir…!
¡alma vieja…, compañero
de un eterno devenir…!
muy bonito an'anasha 🙂
Quisiera saber si me dejarias incluir algunas de tus poesias en un blog, claro siempre haciendo referencia de quien es el autor
Gracias, amigo/a por tu visita y tu comentario…
¡Lo mejor para vos!
Gracias, Pablo, por tu visita…y por preguntar…
Y por supuesto que podés utilizar estos pajarillos a tu criterio…
Un abrazo…
Amigo, soy un alma vieja, me canso mucho, tengo 37 años ahora pero a veces mi cuerpo se siente de muuuuuuchos más….
Pues recárgate entonces meditando, Luisa…, y hazlo sencillo: inhalar luz…, y exhalar luz…: así de fácil…, así de simple…: ¡te asombrarán los resultados!
(También puedes utilizar la "Meditación rápida de alivio inmediato", que se halla en la etiqueta "Meditaciones").
¡Suerte, amiga!
Gracias…