¿A dónde ha quedado, amigo,
tu Maestría Espiritual…,
tu amor simple…puro…bello…
bendito…incondicional…?
¿En qué recodo sombrío
la densidad te atrapó…,
tu memoria fue fallando…
y el olvido te ganó…?
¿Cuándo vas a recobrarla…?
¿Cuándo volverá otra vez,
a destellar tu semblante
de la cabeza a los pies…?
¡Si tu sonrisa…tu abrazo…
tu palabra…tu mirada…,
están esperando el brillo
de la luz recuperada…!
¿Qué me dices…? ¿Que no sabes
de qué manera empezar…?
¿Qué la amnesia es tan profunda
que no puedes recordar…?
¡Es poco lo que hace falta
para que tu alma despierte!:
ni años de trabajo duro…
ni disciplina…ni suerte…
Tan sólo se necesita
que ejerzas tu decisión,
imponiendo este mandato
con todo tu corazón:
¡“Ahora mismo, en este instante,
yo decreto, a viva voz,
que soy un Ángel Humano…,
una parcela de Dios…!
Y ese reconocimiento
de tu poder interior,
te llevará gradualmente
hacia el ritmo del Creador…
…hacia ese estado de gracia
donde ya no hay resistencia…,
donde sólo hay gratitud…
y hay flujo…y hay reverencia…
¡Es desde ese sentimiento
de confianza primordial,
cuando el corazón nos dice
que no hay nada que esté mal…