Hace un tiempo en otros versos te mostraba (para que vueles alto en tu interior), como activar tú mismo tu Merkaba, ¡tu vehículo de Luz y de Esplendor!
Ahora quisiera ir aún más allá, con el Dodecaedro Estrellado, para que aumentes, en tu soledad, muy dentro tuyo, tu Resplandor Sagrado.
Tan alta es la energía en su interior, que realza tu modo de vivir: te lleva a verlo todo con amor, y a sonreír… ¡sólo por sonreír!
Para empezar, contémplalo en tu mente, con sus doce pentágonos plateados, (o si gustas, con tonos diferentes), todos perfectamente colocados.
Ya conseguido, el siguiente asunto, es agregar los conos respectivos…, (y si te cuesta hacerlo “todos juntos”), colócalos de a uno, en tonos vivos.
Ya terminado, y al ubicarte dentro, verás destellos pentadimensionales, y allí en el centro de tu propio centro, ¡irradiarás también brillo a raudales!
Si lo practicas cotidianamente, irás sintiendo que en tu vida diaria, comienzas a mutar rápidamente cualquier enojo, ¡por paz extraordinaria!
Y es que el pisar la Quinta Dimensión, a tu vida completa la renueva, porque realzar aún más tu vibración… ¡te hace ver todo… de una forma nueva!
Rozar tal nuevo estado de conciencia no es sólo para algunos elegidos, es para todos los que con insistencia le buscan a su vida “otro sentido”.
¿Y por qué el Alma te da su bendición, para alcanzar esa vida más rica?: porque “ve” que la tercera dimensión, está empezando… ¡a “quedarte chica”!
¡Y por supuesto que ello es verdad!: ciertamente tu “nueva morada”, con su alta vibración, en realidad, ¡te eleva totalmente la mirada!
Empiezas a captar la realidad desde una perspectiva superior…, y lo que antes percibías como «verdad», ves que era una ilusión en tu interior.
Por eso ante el arisco, ¡hoy no reaccionas!: lo escuchas con dulzura y compasión, y si se pone bravo, ¡lo perdonas!, pues ya no te interesa “tener razón”.
¿El resultado?: que te desapegas de los conflictos y de las fricciones: ¡tu nueva vibración ahora te eleva sobre rencillas, choques, discusiones!
Y es que tu conexión con Lo Divino, te “desengancha” de los dramas diarios…, porque ahora eres tú un peregrino que escribe usando otro abecedario.
Y es debido a tu astro iluminado rodeándote de una manera bella, que al fin tu vibración habrá aumentado, y resplandecerás… ¡como una estrella!
