¿Sabías que no hay “buena” o “mala” suerte?:                     
tus pensamientos crean tu energía,                                       
y puedes convertirlos en la vía
para que el Ser Interno se despierte.                                      

“Estoy lleno de Luz aquí y ahora,                                            
y en esta claridad transformadora
ya me estoy fusionando con mi Esencia,                         
y es tan grandioso lo que está pasando
que con la Luz con que me estoy llenando,                     
ya irradio alrededor, ¡magnificencia!”

Al decirlo, percibe claramente
que un fulgor se despliega dentro tuyo,                           
y mientras lo disfrutas a ese arrullo,
¡de lo Divino en ti hazte consciente!                                

“Es desde este lugar dentro de mi alma,                             
que mi Yo Superior, con dulce calma,
la va expandiendo a mi percepción,                                   
y con esta visión contemplativa,
lo veo todo con la perspectiva                                    
que más llena de paz mi corazón.”

Si interiorizas en tu diario intento
que eso realmente es lo que está pasando,                   
no dudes que eres tú quien va creando
la vibración sutil de ese momento.                                 

“A través de esta Luz, a cada instante,                            
utilizo el poder omniabarcante 
de mi conciencia multidimensional,                              
y lo mismo de noche que de día                                    
voy atrayendo aquellas sincronías                                 
que hacen mi vida casi angelical.”                                  

De esta manera, tú eres quien te ayudas                          
interactuando con Los Otros Planos,                      
y dulcemente con etéreas manos,                            
al ver tus nudos… ¡te los desanudas!                      

“¡Tengo poder respecto a mi existencia!,                   
y mientras la modelo a mi experiencia                      
lo miro todo con mirada nueva,                                
y es allí que mi Ojo Omnipresente                          
me dice sin hablar, serenamente,
que elija siempre lo que más me eleva.”                    

Con tu intuición así de florecida                              
sabes qué es lo mejor en cada instancia,                  
y tienen tus jornadas tal fragancia                             
¡que transitas cantando por la Vida…!