El modo que tienes de ir por la vida
pincela en tus ojos una luz fluida
y es porque tú sientes que al fin cada herida,
te va a llevar a hacer de ti alguien mejor.
No hay otra manera de ascender tu cerro,
que errando y de a poco aprender del yerro,
pues tan solo el fuego le da forma al hierro,
y tu vibrar se vuelve así de alto esplendor.
Cuando irradias
la belleza
de tu Alma
donde vas,
tu Energía
forma un Campo
que potencia
a los demás.
Y si acaso el ego quiere importunarte
le dices entonces “no voy a escucharte,
porque escojo ahora izar mi estandarte
hecho de Paz, hecho de Luz, y de Bondad”.
Y la voz de tu Alma te dirá vibrante
que estás ascendiendo porque lo importante
es vivir sirviendo con el modo amante
de aquél que ve en los demás Divinidad…
Y al actuar así,
desde el corazón,
brindando de ti
pura compasión,
te empoderarás
casi sin querer
porque brillarás
con la Luz del Ser.
Mi amado Jorge:
Servir con amor es la más dulce acción que podemos realizar cotidianamente, pues nos permite con el ejemplo enriquecer la vida de otros.
Y a veces cuando servimos de manera extraordinaria, nos damos de lleno al otro y eso aunque puede ser desgastante, nos invade de gozo.
Es amar por amar, es entregarse, es dar todo.
Gracias por todo lo que me das y enriquece mi vida.
Te amo cada día más.
«Es amar por amar, es entregarse, es dar todo.»
¡Qué bellamente lo expresas, mi dulce Tere…, qué bellamente…!
Y es que tú eres una consumada Maestra en eso de «dar por dar»… (¡vaya si lo sabrán las miles de personas que se han cruzado en tu camino!)
Te sigo celebrando, compañera de viaje! (y te sigo honrando…, y te sigo amando…)