-¡Miedo…! ¡¿Por qué vienes…?! ¡¿Por qué me persigues…?!
¡¿Por qué siempre acechas tras de los espejos,
con tus nebulosas sombras espectrales
de fobias…, de traumas…, y antiguos complejos…?!

-“¡Yo soy el guardián de tu ser oscuro,
y hago mi trabajo cotidianamente…!
¡Soy las telarañas que hay en tu cabeza…!,
no estoy allí afuera…: ¡estoy en tu mente!”

“Mas no te equivoques: mi misión es noble…;
cada vez que llego, yo te desafío:
¨¿seguirás huyendo…, o por fin ahora
pondrás cara a cara tu rostro y el mío…?¨ ”

“Cuando tu me enfrentas…¡allí me disuelvo!…,
¡porque tu coraje me quita el poder!,
te das cuenta entonces que soy ilusorio…,
que tan sólo estaba en tu forma de ver…”

“¡Ah…si tu supieras que fácil me rindo…!
¡Soy espuma pura…tigre de rebaño…!
¡Soy como ese cardo que cuando lo aprietas,
se rompen sus pinchos sin hacerte daño…!”

“Y por cada miedo que vas disolviendo,
un rayo de luz llega a abrillantarte…,
hasta que un buen día…un hermoso día…
¡no habrá nada…nada…que pueda asustarte…!”