Tú ya has vivido tanto
mi querida Alma Vieja,
que hoy trocas en sonrisa
lo que en otros es queja.
Tantas zozobras viste
en tu tan largo andar,
que hoy les guiñas un ojo
mientras las ves pasar.
Y te dices bajito
si te tratan con sorna:
“Soy Esencia Divina,
y nada me trastorna”.
No hay experiencia humana
que te resulte ajena:
¡ya pasaste mil veces
por el gozo y la pena!
Y las vicisitudes
que hoy contemplas a diario,
son un borrón pequeño
sobre tu calendario.
Y se marchan de prisa
al hallar por respuesta:
“Yo Soy un Alma Antigua,
y nada me molesta”.
Trepado a la escalera
de un sin fín de existencias,
los ropajes varían
¡pero nunca tu Esencia!
Y hoy ya sabes que nadie
puede causarte daño,
porque de esa escalera,
¡tú eres cada peldaño!
Y dejas mansamente
que esta verdad te inunde:
“¡Soy Conciencia Inefable,
y nada me confunde!”
Pasaste por traiciones,
enfermedad, angustia,
pero tu flor interna
nunca se pone mustia.
Y es que sabes que nada
puede causarte un mal,
si lo ves con tu enfoque
multidimensional.
Y por eso tu mantra
es esta Ley Primera:
“Yo Soy Luz de la Fuente
y ya nada me altera”.
Y si algún día vacilas
en un momento aciago,
agitas por el aire
tu varita de mago.
Y dices, reasumiendo
tus vidas de profeta:
“Soy Espíritu puro,
y ya nada me inquieta”!
Hola Jorge.
Preciosa rima,como todas tus bellas creaciones,divinamente inspiradas.
Es tan importante recordar,a cada instante de nuestras vidas que el cuerpo físico es sólo un envase donde palpita la Esencia Divina .
Y desde esa perspectiva,cada experiencia se convierte en una oportunidad para crecer y limpiar nuestras «zonas erróneas»a medida que inundamos más de LUZ y AMOR,nuestro ser corporal de cuarta dimensión.
Muchas gracias por la belleza,el empoderamiento y la LUZ que nos brindas
todas las semanas.
Un abrazo,repleto de AMOR.
Sí, querida amiga…, coincido plenamente sobre la importancia de ese recordatorio que bien describes…, y la consecuente oportunidad de crecer en más Luz y Amor…
Gracias por tu percepción afinada…, por tu delicadeza al expresarte…, por la bondad que tu corazón irradia…, y por ese abrazo repleto de cariño!
Te envío uno igual desbordante de ternura!
Mi amado Jorge:
Ya lo decía atinadamente Santa Teresa de Jesús: Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta.
Vivo sin vivir en mi, porque es Dios quien vive en mi.
A través del tiempo he aprendido que mas que cuerpo soy espíritu y que más que ir y venir voy ascendiendo por el camino que lleva al Paraíso, ahí nos encontraremos como lo hemos prometido….. Te amo.
«Vivo sin vivir en mi, porque es Dios quien vive en mi.»
¡Qué frase maravillosa, dulce Tere!
Te celebro infinitamente, espíritu puro disfrazado de humano!
Querido hermano, Jorge:
La verdad embellece su poesía, gracias por sus palabras llenas de amor.
!Un abrazo¡
Muchas gracias por tu cálido comentario, amigo Juan!
Lo mejor para ti, compañero de viaje!
Un abrazo…
Jorge es sencillamente hermoso leer y escuchar esta poesía con un mensaje tan alentador, como es el saber que en algún momento de nuestra larga existencia, podremos decir muy quedo y con gozo interior, ese «Ya nada me molesta», porque sabremos que todo lo hemos vivido, aprendido y trascendido.
Soy un alma vieja y precisamente a que ya nada me moleste aspiro, aún no he alcanzado ese último renglón que dices al final, “Soy Espíritu puro,
y ya nada me inquieta”.
Estos últimos meses me han puesto a prueba y he tenido algunas fallas, todavía algunas cosas me inquietan y otras me molestan, pero ahí vamos, esforzándonos al máximo…
Gracias por ese recordatorio, por la pureza y belleza de tu alma y la estela de amor que tu espíritu deja en cada poesía compartida.
“Estos últimos meses me han puesto a prueba y he tenido algunas fallas…”
¡Tente paciencia, alma vieja!: un paso atrás y dos adelante igual alcanzan para seguir avanzando…
La constancia en la Intención, es la clave para que cada vez vayas gradualmente sintiendo más y más que “ya nada te molesta”.
Gracias por tu calidez, mi dulce camarada de ruta!
Lo mejor para ti!
Jorge tus poesías las escucha y la siente mi alma con tal profundidad que queda un gran silencio ,vacío y paz con una sensación de inmensa e infinita quietud en medio de la nada …gracias ,gracias ,gracias
Qué precioso tu mensaje, Silvia!
Y cuánto celebro que alcances esa “….inmensa e infinita quietud en medio de la nada…”!
Porque de allí emana Lo Divino…
Gracias por compartirlo!