Fue en este tiempo de cambio
que tu alma eligió encarnar,
para ver si tu yo humano
se disponía a mutar.

“¡Transfiguración en vida!”,
fue la oferta tentadora,
estando aún en tu traje,
en este aquí y este ahora.

Y elegir si de carbono
sigue tu estructura actual,
o si mutas suavemente
hacia otra de cristal.

Pero un elemento nuevo
galvaniza esa elección,
un elemento que debe
sopesar tu corazón:

esa puja hoy no es pareja,
se ha tornado desigual,
entre tu ego y tu hermoso
yo multidimensional.

Pues las energías entrantes
desnivelan la balanza:
¡hoy la Luz es poderosa
y te ayuda en tal mudanza!

Y es que en el Gran Calendario
que modula la Creación,
está marcado que es este
el tiempo de la Ascensión.

Entonces…, ¿tú a qué te inclinas?,
¿a lo que dice tu mente…
o a lo que en ráfagas llega
de tu yo supraconciente?

¿A lo que te habla al oído
sólo de limitaciones,
o a aquello que te motiva
a continuas expansiones?

¿Cuál de los dos invitados
haces sentar a tu mesa?:
¿al que te quiere pequeño…
o al que activa tu grandeza?

¿Te seguirás conformando
con ir por la vieja huella,
o sin dejarlo a tu traje,
te volverás una estrella?