¿Qué edad tienes, compañero…?:
¿treinta…, cincuenta…, setenta…?
¿Tienes la edad de tu cuerpo…,
o eres “sin tiempo”, Alma Vieja…?
¿No será que vas… y vienes…
-llegadas… y despedidas…-,
y es tu alma la que crea
el lapso de cada vida…?
Del otro lado “del Velo”
no existen los almanaques…:
¡no hay nada para medir
en el “ahora constante”!
Pero al venir, se te olvida…
y entonces, “desde este lado”,
aparentan ser reales
el futuro y el pasado…,
…cuando el tiempo en realidad
no es nada más que ilusión,
una burbuja que existe
tan sólo en tu percepción.
Si te desidentificas
del traje que usas aquí,
te reconectas de nuevo
con lo eterno que hay en ti:
…una geometría sagrada
que es multidimensional,
y un estado de conciencia
por encima de lo dual…
Y entonces, cuando contemples
tu cara frente al espejo,
te dirás, maravillado:
“¡no soy ni joven…ni viejo…!”
“Mi mirada es la mirada
de la intemporalidad…,
¡porque en la Vida Infinita
soy un alma sin edad!”.
Y agregarás observando
esa imagen fraudulenta:
“¡¿de dónde saqué que tengo
treinta…, cincuenta…o setenta…?!”.
olvidando ortografías…tengo la edad perfecta…expresada en la atemporalidad multidimensional….tengo : SIN CUENTA!!!! jajaja ABRAZOTE!!!!!!!!!!!!!
¡Que disfrutes a pleno de tu vida "sin almanaques"…! jaja
Un abrazo.
Y de ochenta para noventa, desde el dia en que llegue aqui, siempre digo: ¡¡ Diez y ocho !! cuando me preguntan a mi…
¡Y es que en verdad tienes dieciocho, querida Caro…, porque vibras con la frescura de la eterna Primavera…!
Que hermoso!