¿Por qué lo juzgas a tu hermano…?
¿Qué sabes tú de su destino…?
¿Es que conoces si en su sino
ya estaba escrito de antemano,
que una pradera…o un pantano…,
le darían forma a su camino…?
¿Por qué lo juzgas, camarada…?
¿Has levantado su mochila…?
¿Sabes tal vez por qué destila
esa expresión tan amargada…,
que le enajena la mirada,
y le ensombrece la pupila…?
¿Por qué lo juzgas, compañero…?
¿Te has colocado en sus zapatos,
para entender -siquiera un rato-,
por qué transita su sendero,
con esos aires altaneros…,
cual pedagogo del mal trato…?
¿Te has preguntado, amigo mío,
si no será que “el desgraciado”,
en ti algún timbre habrá pulsado…
-oscuras aguas de otro río-,
y viene a ser -en su desvío-,
como un Maestro disfrazado…?
¡Él te enriquece al fastidiarte!,
porque al jugarla de villano,
va provocando, en este plano,
¡que entres en ti…para mirarte!,
y al fin decidas preguntarte:
“¿por qué lo juzgo así a mi hermano?”
Mi corazón asiente,sí,sí,sí.
Ese pequeño ejercicio de "ponerse en los zapatos del otro",y ampliar la visión,te trae la hermosa comprensión,y consecuentemente,la tolerancia y el agradecimiento,porque es el espejo que te lleva a examinarte.
No obstante,lo dicho,hay que estar muy alerta porque la mente te puede jugar una mala pasada…
Leo tus poemas,los releo una y otra vez…me encantan…me recuerdan que el camino,siempre es
el AMOR.
Un abrazo .
Y en esta diaria tarea de ser todos espejos los unos de los otros, el camino -como tu bien dices, preciosa niña-, "SIEMPRE ES EL AMOR"…
Mi mejor abrazo para ti…
Como alumnos y maestros, todo lo aprendido y lo por aprender pasa a ser el espejo, de todos, para el logro de ser uno con el todo y fluir en esa esencia divina…mi luz aumenta al pasar por tu faro….Ivette
"…ser uno con el todo y fluir en esa esencia divina…": lo que tanto anhelamos…, ¡volvernos luz…!
Gracias por tu bello mensaje, Ivette…
¡Bendiciones para ti!
Maravilloso soy feliz por haberte encontrado
Gracias por tu ponderación, Maria Luisa…¡y por tu felicidad…, que es también la mía!
Un tierno abrazo.