¡Ponle color a tu vida!,
no admitas un tono gris,
que en bajada o en subida,
¡tú decides el matiz!
Y elige que los que integres
en cada coloración,
¡sean pigmentos alegres
que enfiesten el corazón!
La sugerencia vertida,
camarada, vale incluso
si ante una lucha perdida
hoy te sintieras confuso:
¡no hay contienda que se pierda
ni hay fracaso sucediendo,
cuando tu Alma te recuerda
que estás aquí aprendiendo!
¡Ponle color a tu vida
y quítate tu armadura!,
que hasta la mayor herida
tarde o temprano se cura.
Y si nubes de quebranto
te opacaran con su tul,
recuerda que tras su manto,
¡el cielo siempre es azul!
Cuando miras la existencia
en su entramado total,
comprendes que es, en esencia,
¡solo una creación mental!
¿Para qué urdir en tu mente
una versión desteñida,
pudiendo, sencillamente,
fabricártela florida?
¡Ponle color a tu vida
cualquiera sea la instancia!,
que el colorante enseguida
matiza la circunstancia:
celeste, amarillo, verde,
rojo, naranja, violeta:
¡no hay tono que no concuerde
en tu mágica paleta!
Si al final, sea como fuera,
este tiempo en que aquí estás,
es, de tu larga escalera,
¡tan sólo un peldaño más!:
¿entonces… por qué usar tonos
que estén repletos de sombras,
y generen más enconos
y oscurezcan lo que nombras?
¡Ponle color a tu vida!,
suelta cualquier vieja cruz,
y convierte tus heridas
en manantiales de Luz,
que aunque siga en tu existencia
acortándose el tapiz,
ahora habrá una diferencia:
¡tú así vivirás feliz!
Ya dice un refrán mayor
que por el planeta gira:
“Todo es según el color
del cristal con que se mira”,
y ello es verdad ciertamente
porque lo que el dicho encierra,
¡ya está en nuestro subconsciente
mientras vamos por la Tierra!
¡Ponle color a tu vida,
y ponle imaginación:
la existencia desteñida
no te da satisfacción!
¡Ama, ríe, goza, sueña,
y entrégate a cada instante,
porque es tu actitud risueña
la que ve todo radiante!
Y verás que hallar lo bueno
de cada evento que pasa,
te lleva a sentirte lleno
de una Luz que te traspasa,
y al emerger con más brillo
de cualquier cosa ocurrida,
te dirás “¡sí que es sencillo
poner color en mi vida!”
que hermosura sr Jorge como eleva el ánimo.muchas gracias le saluda desde la distancia Sandra la venezolana que dios lo siga bendiciendo
Gracias, amiga venezolana: tus palabras tan cálidas son un dulce aliciente para seguir andando…
¡Que andes más que bien, querida Sandra!
Hermosa poesía, mi vida la siento gris y es lo que voy hacer ponerle color a mi vida. Felicidades y siga escribiendo tan bonito, bendiciones.
Gracias, Marisol!
Y te felicito por esa decisión de “ponerle color a tu vida”.
Qué andes más que bien!
Bendiciones!