¡A mí tú no me engañas…!
¡La soledad te pesa…!:
¡esa llaga profunda
del hombre y la mujer…!,
y acaso como a todos
te envuelve en su tristeza,
en la melancolía
de cada atardecer…
¡A mí tú no me engañas…!
¡Conozco tu secreto…!
¡Sé de tu sed profunda
por hallar el amor…!,
ese amor apacible,
delicado y discreto…
¡que cure tus heridas
y lo ahuyente al dolor…!
¡A mí tú no me engañas…!,
aunque te finjas fuerte…,
y ocultes la costura
de cada cicatriz…,
yo sé que muchas veces
has pensado en la muerte…,
¡de tanto que te cuesta
ser un poco feliz…!
¡A mí tú no me engañas…!
¡Conozco tu amargura…!
y sé de la nostalgia
que hay en tu corazón…
Sé que en tus noches tristes,
solitarias y oscuras…
¡le pides a tu alma
que cante tu canción…!
( Si pudiera filtrarme
en esa melodía,
-en sus notas bañadas
de amor y de bondad-,
llegaría hasta tu lado
y allí te pediría…
¡que aprendas dulcemente
a amar tu soledad…! )
jorge es muy linda esta poesia, se nota que salio del sentir de tu corazon.
felicidades que tu esencia te siga iluminando
gotas de rocio
Gracias por tu visita…y por tus palabras, compañero de viaje…!
¡Lo mejor para vos…!
que mensaje tan bello, para aquellos que en algún momento de su vida han sentido la soledad como un peso demasiado grande.
Creo que en algún momento la sentí, cuando mis hijos crecieron, cuando se fueron de mi lado….
la melancolía me atrapó, me sentía sola. logré alejarla de mi vida, pero no te mentiré. a veces me gusta la soledad, la amo….
gracias por llenar nuestras vidas de sentimientos, por hacernos ver la sensibilidad.
gracias….
Así es, Carmen…: cuando se aprende a amarla, es una buena amiga…y nos acompaña a bucear en nuestros mundos interiores…
¡Gracias por tu cálido mensaje!
Un tierno abrazo…