Dios jamás ha jugado
con tu vida a los bolos;
no te creó y te dijo:
“¡arréglate tú solo!”.

Te ha rodeado de apoyos
que funcionan de prisa,
pero sólo se activan
con la actitud precisa.

¡Y “creer” es la llave
que los pone en acción,
cuando va acompañada
de determinación!.

Si crees que “algo grande”
te está aguardando allí,
entonces “algo grande”
se alista para ti.

¡Espera cosas buenas,
espera soluciones,
inspiración, belleza,
encuentros, sanaciones!.

Relájate y confía
en tu Poder de adentro,
y hermosas sincronías
marcharán a tu encuentro.

A veces se disfrazan
y no entiendes por qué,
para llegar al oro
primero hay un traspié.

Y es el modo que tiene
de juguetear la Vida:
¡no te muestra de golpe
la pepita escondida!.

Pero cuando confías
en que todo irá bien,
a su tiempo aparece
el cómo, cuándo y quién.

¡Y de repente entonces
el Mundo te levanta,
se alinean los planetas,
y el Universo canta!

(Y ha sido solamente
tu certeza interior,
ordenándole al viento
que sople a tu favor…).