“El hombre que contempla con mirada serena,
el río de la vida con su gozo y su pena…,
y percibe en su alma que todo da lo mismo
-tocar las altas cumbres…o caer al abismo-…
…pues sabe con certeza, y con plena conciencia,
que entre ambas circunstancias no hay ni una diferencia… :
…ese hombre, amados míos, ya no juega un papel…
¡porque la Eternidad se ha aposentado en él…!
No lo atrapa la mente con sus mil y un intentos:
él absorbe la vida de momento en momento…
con el dulce sosiego –que nada afectará-,
de aquél que siempre ha sido…y que siempre será…!
Sabe bien que perder…o que ganar, al fin…,
son flores que florecen en un mismo jardín…,
y el amarlas a todas –como un buen jardinero-,
hace que de ninguna se vuelva prisionero.
Consciente de que el mundo no es más que una ilusión,
¡a cada una acaricia desde su corazón…!
Y así, de esa manera, calladamente exhorta,
a que todos comprendan que en verdad nada importa…
(…aunque con su sonrisa sugiera en forma clara,
¡que jueguen este juego como si ello importara…!)
¡Sean ustedes ese hombre de pureza impecable,
de conciencia expandida…y de gesto amigable…!
…y sepan que no hay nada que conlleve más paz,
¡que darse cual regalo de amor a los demás…!”
Así concluyó el sabio su último discurso,
-justo antes que su alma cancelara su curso-.
Posó luego sus ojos de mirada vidriosa
-¡serena como nunca…como nunca amorosa!-,
sobre cada discípulo en la sala atestada,
-¡y que amor tan intenso brilló en esa mirada!-
¡Fue su obsequio de luz ese brillo postrero…!
(…como brilla una estrella que se vuelve lucero…);
…después…se despidió de su cuerpo marchito…
cerró sus ojos mansos… ¡y voló al infinito…!
El estado del sabio…esa es la meta del caminante…superar la dualidad en la que continuamente nos movemos.
Tus textos contienen sabiduría y AMOR,por eso tocan el corazón de las personas.
Como ves,me volví adicta a tu poesía.
Un beso
Tu mensaje resuena hondamente en mi interior, mi buena amiga…porque has sabido captar el sentimiento puro que da vida a mis versos…
¡Infinitas gracias, camarada de ruta!