¡Desaferrate, amigo…! Nada te pertenece…
Todo te fue prestado solo por un momento…
Porque aquello que llega sin que tú sepas cómo,
también sin que lo sepas…se te vá como el viento…
¡Desaferrate, amigo…! Soltá lo que te estorbe,
y pasá por la vida liviano de equipaje…
si al fín sólo nos queda el amor que hemos dado…,
y tal vez el destello de algún aprendizaje…
¡Desaferrate, amigo…! Somos flores de un día…
pero aquél que a su paso todo lo fue entregando,
recibirá sereno, con la mirada limpia,
a esa señora antigua que nos viene cazando.
Y en ese instante claro de la vuelta al Hogar,
en esa hora suprema, quisiera estar contigo…,
para tomar tus manos…, acariciar tu frente…,
y decirte en voz baja… : ¨¡Desaferrate, amigo…!¨.