¡Ah…, si pudiéramos amarlo todo, simplemente…! ¡Amar desde la vida hasta la muerte…!
Manifestar a cada instante ese mandato crístico milenario : “No hagas a los demás, lo que no quisieras que te hagan a ti”…, pero también transmutarlo en su versión ¨positiva¨ : “Haz a los demás, lo que quisieras que te hagan a ti…”.
Porque cada encuentro con tu prójimo es bendito en sí mismo : es ese cruce de senderos, el que te posibilita expresarte…, crecer…, y compartir tu plenitud…
Es él, quién permite que aflore la versión más bella de ti mismo…, la más alta expresión de tu Ser…
Ese corazón sagrado enfrente tuyo, está en su propio viaje espiritual…¿quién puede saber qué necesita realmente…qué desea…qué le serviría de verdad…qué es lo mejor para su evolución…?
¡Es tan misterioso e inasible cada viaje en particular…!
Pero de lo que sí podemos estar seguros…, es de que TODOS NECESITAMOS AMOR…
¡Y allí estás vos…, entregándolo a manos llenas…, y obsequiándoles a los demás, el mejor de todos los regalos posibles : ¡ver en ellos mucho más de lo que muestran!… ver su potencial…su luz…su santidad…; ver lo infinito cobijándose en su corazón…; y al verlos de esa manera…, ¡ellos también empiezan a verse así…!
¿Lo imaginamos juntos…?
MEDITACION : DANDO LO QUE QUISIERAS RECIBIR
Estás allí…en tu trabajo…en tu ocupación diaria…
Varias horas ya con la misma rutina…, los mismos movimientos que contracturan tus hombros y tu espalda…
¡Qué bien te vendrían ahora unos masajes…!
¡¿Y a quién no…, en esas circunstancias…?!
¡Seguro que a tus compañeros también…!
¡Tus compañeros…! ¡Claro…! (Y en tu mente relampaguea tu nuevo propósito: ¨dar lo que quisieras recibir¨).
Al recordarlo, te levantás de tu silla…y te acercás a esa persona que trabaja contigo…, a esa con la que nunca tuviste demasiada onda…, y con un gesto ligero, tus manos se posan sobre sus hombros.
Con suavidad y ternura, ¨amasás¨ por unos instantes sus nudos…, mientras simultáneamente bañás su aura –en forma disimulada-, con luz que descendés del cielo…, y le realizás un comentario ¨casual¨ sobre las tensiones que provoca el trabajo –para neutralizar así su asombro-…
Cuando después del trabajo llegás a tu casa, cansado y ya “sin pilas”, el primer pensamiento que cruza tu mente, es : “¡cómo me gustaría ahora un buen baño de inmersión!”…
¡Pero también tu esposa/o regresó igual de cansada/o!…y entonces… -decidido a seguir aplicando tu ¨nueva forma de vivir¨ -,…de inmediato preparás ese baño para ella/el…quien no puede dejar de mirarte con sorpresa y gratitud…!
(Y en lo más íntimo de tu Ser…,¡cómo se regocija tu corazón…!…porque empezás a percibir nítidamente, la verdad encerrada en aquella oración de San Francisco de Asís : “…que no busque tanto ser consolado…, sino consolar…; ser comprendido…sino comprender…; ser amado…sino amar…; porque dando es como recibimos…” ).
Luego, al acostarte ya para dormir…, estás por pedirle a tus guías y a tus maestros espirituales, que en tus sueños te conduzcan a los más altos templos de sabiduría, para continuar aprendiendo sobre los misterios de la vida universal…, y otra vez recordás tu propósito de ¨dar lo que quisieras recibir¨…
Traés entonces a tu mente, el rostro de aquellas personas conflictuadas o desorientadas que te cruzaste durante el día…; las envolvés una por una en un manto de amorosa frecuencia vibratoria …, y les sugerís perspectivas superadoras para que puedan elevarse sobre sus restrictivas circunstancias…
(Sabés bien que en el holograma cuántico de la realidad, tu energía-intención se traslada instantáneamente…, y que ¨ya está allí¨… -sin presión alguna-, en el marco perceptivo del destinatario).
Entonces, les transmitís mentalmente puntos de vista frescos y novedosos –esos que provienen de tu propia sabiduría interior-…, y les mostrás cuadros en donde ven sus problemas ya superados…, sus conflictos resueltos…, sus aprendizajes encaminados…
Y después…te dormís plácidamente…con el corazón colmado…mientras una brisa diamantina acaricia tu pelo…y un cántico de luz tararea tu nombre…
(Y paradójicamente, cada gesto de bondad que tuviste para con los demás en este día…¡también lo tuviste para con vos mismo…! : …el universo es como un boomerang…, que SIEMPRE devuelve lo entregado -¿acaso no somos TODOS UNO-?…)
FIN
Ay! Jorge,cómo me conmueve todo lo que escribís…siento el AMOR en cada palabra y en tu corazón…me baña de LUZ y con sólo leerlo me catapulta a otro plano…
No se trata solamente del mensaje,sino de lo que transmite.
Mucho AMOR y besos.
Y con ese mismo amor, compañera de viaje, las manos de mis sentimientos acarician tus manos…para decirte que te quiero…