Cuando veas un arco iris encamínate hacia él,
sumérgete en sus naranjas, sus rojos, su añil pastel,
y luego cuánticamente asume en ti esos colores,
como si te transformaras en pétalos de mil flores.
Vuélvete por un momento una cascada de tules,
juega con verdes intensos o con etéreos azules,
y ebrio de una epifanía que jamás habías sentido
percibe que hay otros planos que aún no habías conocido.
Y mientras inspiras hondo, lo dejas al mundo atrás,
a la vez que te conviertes en un cántaro de paz,
y casi sin darte cuenta cambiará tu vibración,
casi como si pusieras un pie en otra dimensión.
Es que allí tan solo existen la placidez y la calma,
porque ese plano es interno: ¡es el espacio del Alma!
Y el mundo seguirá andando con sus líos y sus pujas,
¡más ya no podrá afectarte adentro de esa burbuja!
Y es que los rollos “de afuera” no hallan allí validez,
mientras la Luz te acaricia de la cabeza a los pies:
es un instante perfecto de Sagrada Comunión
con la Esencia que te habita adentro del corazón.
Ella te lleva a que dances con El Todo y con La Nada,
y en medio del sortilegio de esa danza tan sagrada,
te sientes en cierta forma casi como angelical,
como si recuperaras tu Inocencia Primordial.
Y cuando vuelvas al mundo volverás modificado,
porque de ese Plano Interno se retorna iluminado:
la percepción se amplifica de una forma tan profunda
que toda tu vida cambia de una manera rotunda.
Cada hebra de tu “ahora” se renovará en belleza,
en magia, en deslumbramiento y en dulce delicadeza.
Y es que en la Nueva Energía que ya se despliega aquí,
no necesitas permisos para ser La Luz en ti.
Mi amado Jorge:
Ah! el arcoíris cómo me conmueve.
En el Génesis una de las historias más dramáticas es el diluvio universal, pero a su vez es un hermoso relato de amor, alianza y promesa, el arcoíris es un signo magnífico de cómo todo vuelve a empezar y seguirá comenzando a lo largo de toda la historia.
Desde entonces aparece en el cielo en esos días peculiares de lluvia con Sol.
Recordé también ese fragmento de la película “El mago de Oz” en donde Judy Garland le da vida a Doroty como personaje principal y canta la emotiva y tierna canción “Paseando sobre el arcoíris “
Hay también un bellísima y conmovedora leyenda que dice que cuando nuestras mascotas se van al cielo, ellas siempre nos estarán esperando al otro lado del puente del arcoíris
Ahora entiendes los motivos por los cuales me fascina el arcoíris
Me encanta lo que dices y cómo lo dices, me gustaría que un día cualquiera no se cómo ni con qué pretexto me encuentre paseando por el arcoíris y saber que me esperas al final….. Te amo.
¡Ahhhh…, qué bonitas y dulces tus referencias sobre esa cascada de bellísimos colores adornando el cielo!
¡Y claro que es entendible «tu fascinación» por ese regalo de la Naturaleza, mi preciosa Tere!
(Y quién te dice…, tal vez «…un día cualquiera, con cualquier pretexto…», nos encontremos al final del más bello de todos…)