Al buscarme a mí mismo
con afán insaciable,
el misterio, insondable,
me mostró un espejismo.
Y me llevó en las alas
de la dicha y la pena,
a ver las cosas buenas…
y a ver las cosas malas…
Y vi todos los juegos
que jugamos los hombres…
los que aún no tienen nombre…
los viejos, y los nuevos…
Vi la polaridad
desparramar sus suerte…
de la vida a la muerte…,
del odio a la bondad…
Vi todos los matices
en la pantalla dual…;
los sucesos felices…,
los que terminan mal…
Y una voz en el viaje
me musitó al oído:
“no te engañes, querido…
¡es sólo aprendizaje…!”
“Lo que llamás ¨horrores¨
hacen falta en escena… :
¡la paleta es más plena
cuando hay muchos colores…!”
“Reir como has reído…,
llorar lo que lloraste… :
si no hubiera contraste…,
¿qué hubieses aprendido…?”
“Porque nada es casual
dentro del plan perfecto…
Todo es causa…y efecto…
y es principio…y final…”
(Y al cesar el recorrido,
me pregunté, atribulado… :
“¿He vivido lo mirado…,
o he soñado lo vivido…?”).