Seas quien seas, compañero…
joven o anciano…hombre o mujer…:
soy una parte de ti mismo…
sos una parte de mi ser…
Nos conocemos desde siempre…
desde que late el corazón…
¡porque las hojas de un mismo árbol
no necesitan presentación…!
Lo que me pasa, te pasa a tí,
pues me reflejo en tu mirada…
Lo que te pasa, me pasa a mí…
¡La vida entera conectada…!
Y nos reúne un sentimiento
que no es terreno ni es personal…
¡es la caricia sanadora
de un gran amor universal…!
Te roza a ti…me roza a mí…
nos deja a todos enlazados…
porque en la ronda de la luz,
somos diamantes refractados…
Te doy mi mano (que es la tuya)…
me das tu mano (que es la mía)…
¡Y vamos juntos, entre todos,
a modelar el Nuevo Día…!
Woooww… Bellísima… Gracias por tan magistral Espejo de vida…
Un abrazo…
Gracias, Lucía…
¡Bendiciones, amiga!