Me niego a participar:
no enturbiaré mi experiencia
bajándola a mi conciencia
de su vibratorio altar.
No me podrás alterar
con tu ofensiva insolencia,
que es justamente “paciencia”
lo que aprendí a cultivar.
Y si pudieras captar
la raíz de mi indulgencia,
verías una reverencia
por detrás de mi accionar.
Me niego a participar…,
y entiendo tu turbulencia,
y comprendo la inconsciencia
de tu manera de actuar.
Y no te voy a juzgar:
observo tras tu apariencia,
y me apenan las carencias
que has debido atravesar.
Y te puedo asegurar
que en mi no hay ni resistencia
ni desdén ni indiferencia:
sólo hay lugar para amar.
Me niego a participar…,
y me quedo en mi Presencia,
transmutando la impaciencia
que pretendes contagiar.
Y aunque me quieras sacar
de este estado de inocencia
con toda tu virulencia,
¡me niego a participar!
Cuando esa fuerza renovadora ilumina tu corazón… ya no vuelves atrás… entras en un estado de amor y comprensión que lo transforma todo…. Jorge y lo veo clarísimo en todo lo que escribes…. gracias por la sabiduría que proyectas en ellas. y el tesón de llevar luz al mundo… gracias.
Matlde
«Cuando esa fuerza renovadora ilumina tu corazón… ya no vuelves atrás… entras en un estado de amor y comprensión que lo transforma todo…»
¡Qué claramente que lo has expresado, amiga mía!
¡Gracias por compartirnos la penetración de tu lucidez y tu visión!
Justo cuando creo tener un «día gris» apareces Tú con ¡Tu rima Feliz! …. Gracias, por recordarme que en este día que aquí. ¡Solo hay lugar para Amar!
Gracias a ti, Luisa, por permitir que mis rimas te ayuden a colorear de azul «un día gris»…
Gracias Jorge
Cuando alguien te echa basura a la cara y no reaccionas, (porque te niegas a participar) y te hacen daño, que puedes hacer para que no te afecte? Isabel
La solución de fondo, siempre, siempre, es «elevar la vibración», Isabel.
Porque si alguien te agrede verbalmente, es porque «vibra bajo»… (de lo contrario no te agrediría).
Y si eso a ti te afecta y te lastima, ¡es porque en esa circunstancia también vibras bajo como él/ella!
Si en ese momento lograras expandir tu conciencia, percibirías por un instante «el Gran Cuadro»…, y comprenderías que en realidad no te está agrediendo a ti: ¡se está descargando de su propia «mala vibra», simplemente porque no sabe cómo salir de ella!
Pero tú SÍ sabes que la energía de un pensamiento elevado, neutraliza cualquier agresión oscura, y simplemente «la hace pasar de largo» sin involucrarse con ella.
Y si tal vez eligieses no ejercer el poder que te proporciona ese saber…, entonces no te queda otra que «ponerle límites» al agresor, a la manera mundana… (con palabras claras y firmes)…, porque «cada uno es responsable del jardín que cultiva…».
Un abrazo!